lunes, 23 de septiembre de 2013

18 de 365 - rivlana


Era un día soleado de finales de agosto (o quizá ya era septiembre ?). Despierto tras una apacible y fresquita siesta, bien a cubierto de los rayos de ese sol de justicia de mediodía. Aún adormilada miro más allá de la puerta de la entrada. Mis ojos me devuelven una imagen de ensoñación, ¿me he despertado o no? Me encanta esa sensación de estar medio dormida, aunque a veces tengo que luchar (y mucho) para despertame del todo.

Todo está en calma. El silencio lo llena todo.

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