Reflexiones fin proyecto 365

Hace algo más de 15 días que terminé el proyecto 365, y quería compartir aquí algunas reflexiones que he ido haciendo en este tiempo.

Cuando termine el proyecto 365.

Sé que cuando termine el proyecto voy a tener unos días de abrumadora inspiración con imágenes muy chulas (¡toma! no soy arrogante). Siempre me pasa, me pongo un plazo para terminar algo e inmediatamente después encuentro algo que me gusta más que lo que hice. No sirve ponerme un falso plazo para conseguir algo bueno después (lo he intentado también). 

Mi proyecto 365 refleja mi día a día.

Hay dias buenos (fotos buenas) y menos buenos (fotos menos buenas), días que me gustan más (fotos que me gustan más) y otros que me gustan menos o nada (lo mismo para las fotos). Pero todas, todas las imágenes pertenecen a mi proyecto y tienen algo especial (al igual que mis días respecto a mi vida).

Ha sido un proyecto intenso.

Al principio temía que se me olvidara hacer, al menos, una foto. Creía que con la rutina me acostumbraría y no se me pasaría. Pero con la rutina me relajé, y hubo un día que... ¡horror! ...casi se me olvida (¡CASI!). Corría el mes 11 del proyecto... en ocasiones me lo recordaban mis amigos inocentemente con un ¿cómo es tu foto de hoy? o ¿has hecho ya tu foto? Y ese fue uno de los días en que una de esas frases me salvó del fracaso.


Ley de Murphy.

Días en los que llevaba la cámara encima y no la sacaba ni a que le diera el aire, y otros en los que no la llevaba y veía mi foto del día por doquier.


En definitiva, no me ha costado nada acostumbrarme a no tener que hacer al menos una foto diaria. Tuve un par de días de transición, para adaptarme y ahora veo la fotografía con otra actitud, no sé cómo definirla pero me gusta.

Y para no dejar este post sin imagen, que es a lo que os tengo acostumbrados, aquí os dejo una reciente.